Jesús tiene marcado en sus recuerdos el 10 de julio de 2023. Ese día, trabaja como policía local en Esquivias, una localidad toledana conocida por ser el lugar donde el escritor Miguel de Cervantes contrajo matrimonio con Catalina de Palacios, hija del pueblo, el 12 de diciembre de 1584. Patrulla en coche con su compañera Lucía y, en la intersección de dos calles, ven numerosos coches mal estacionados. Jesús conduce el vehículo policial.
-¡Qué raro! -dice a Lucía-. En esta intersección nunca aparcan coches.
Justo cuando pasan a la altura del tumulto, Jesús ve a un varón tendido en el suelo, al que otro hombre sujeta la cabeza y una mujer le tiene los pies en alto. El policía se percata de que la persona está inconsciente, no se mueve, y de que, en la posición en la que se encuentran, le están cerrando las vías respiratorias.
Jesús se fija también en que el hombre tiene los ojos blancos y expulsa espuma por la boca. El policía y su compañera se bajan, Jesús le toma las constantes vitales y confirma que no tiene pulso. Además, el diafragma ni se hincha ni se deshincha: no respira.
El agente se tira al suelo y se pone inmediatamente a realizar la reanimación cardiopulmonar. Juan José resucita al cabo de dos minutos, un tiempo que a Jesús se le hace eterno: los dos minutos más largos de su vida. «Como en las películas, el hombre expulsa una bocanada de aire y lo saco adelante: viene a la vida, por decirlo de alguna manera», recuerda el agente, al que todavía se le entrecorta la voz por la emoción.
Los servicios sanitarios trasladan a Juan José a un hospital y Jesús habla por la tarde con la familia para contarle lo que había sucedido. Le dicen que había llegado muy crítico, pero que revivió gracias a Jesús. Le habían detectado un trombo en un pulmón, otro en la pierna y le ponen un marcapasos.
Desde entonces, Jesús es el ángel de Juan José. Agradecido eternamente, el hombre tiene algún gesto hacia el policía local, que ahora trabaja en Carranque, a 15 kilómetros. Lo último ha sido regalarle un montaje fotográfico, con el que se presentó en la Jefatura de la Policía local. En el fotomontaje, del que Juan José tiene otro, se ve a los dos; un mensaje al lado con dos palabras, «mi ángel», y la fecha en la que Juan José volvió a la vida gracias a una reanimación cardiopulmonar a tiempo.
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