«Hemos sido víctimas de una querella catalana, que utilizan siempre para molestar a la persona que denuncias. Es un mecanismo tramposo que está extendido en el ámbito de los negocios. Cuando tienes problemas, te ponen una querella y con eso te tienen entorpecido los siguientes cinco, siete años o más». Luis José Liétor Moreno, empresario de Talavera de la Reina y socio de la mercantil Neira de Rei, se explica así después de haber sido absuelto por la Audiencia Provincial de Toledo de un delito de administración desleal y otro de alzamiento de bienes. «Nos ha causado un gravísimo perjuicio económico», se lamenta.
En la resolución judicial, Luis José se detiene en el primer párrafo del apartado tercero de los fundamentos de derecho: «Ponderando el acervo probatorio anteriormente analizado, en relación con la doctrina jurisprudencial citada, no podemos, en ningún caso, considerar punibles los hechos sometidos a enjuiciamiento».
Con esta sentencia, que no es firme todavía, Luis José y dos socios, uno de ellos su padre, se libran de doce años de cárcel y de pagar 28 millones de euros. Es la pena de prisión y la cantidad económica que les reclamaban el Ministerio Fiscal y la otra parte, representada por el abogado José Javier Morató. Este letrado defiende a los herederos de Carlos Sánchez Hernández, ya fallecido, que fue condenado por el ‘caso Malaya’ y que también fue socio de Luis José Liétor durante años. De hecho, su progenitor, Andrés Liétor, es otro de los absueltos que fue condenado por aquella operación en Marbella contra la corrupción urbanística.
El empresario de Talavera desgrana el origen de la causa iniciada por su antiguo socio Carlos Sánchez Hernández, y que les llevó a sentarse en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Toledo. «Al separarnos, hay una serie de malentendidos en la sociedad, acaba todo como el rosario de la aurora y esto son las consecuencias y los coletazos de esa separación. De esa falta de consenso a la hora de repartir el patrimonio y hacer las cosas como Dios manda, entramos en una batalla judicial por distinto frentes», cuenta Luis José, quien mantiene negocios principalmente en la República Dominicana desde décadas.
Según explica, este litigio parte de una ampliación de capital. Se aportan los bienes a otra sociedad de Talavera de la Reina con la que el empresario llevaba trabajando años y Carlos Sánchez Hernández, que era socio minoritario de esa sociedad, tiene conocimiento de ello. Entonces, «pretende apropiarse, como ya había hecho antes, de distintos inmuebles y malvenderlos porque ya estaba con un cáncer terminal. Pero cuando ve que mis socios y yo le quitamos la posibilidad de conseguir su objetivo, pone esta denuncia en un juzgado de instrucción de Talavera, y lo hace el abogado José Javier Morató», continúa relatando.
Defendido en este procedimiento por el abogado Javier Gallego, Luis José anuncia ahora que se va a querellar por denuncia falsa y estafa procesal contra Morató, quien denunció los hechos en julio de 2019 «utilizando a sabiendas documentación fraudulenta para confundir» al juzgado que instruyó.
Según Luis José, Morató fue letrado de sus negocios durante años y «usó información confidencial de abogado-cliente. Es uno de los motivos que acreditan que es un hombre falto de moral». Además, la documentación que Morató entrega en el juzgado «es falsa». Luis José explica este punto: Carlos Sánchez Hernández «se nombraba administrador de esas empresas y las juntas generales fueron fraudulentas y falsificadas. Entonces, Carlos Sánchez aparecía en el juzgado de Talavera como si fuera el administrador de esas empresas y decía que les habíamos robado. Y mandaba la escritura en la que él mismo se había nombrado administrador único. Fabrican esas escrituras ex profeso para poner la denuncia y Carlos Sánchez lo hace de una manera kamikaze porque tenía una enfermedad terminal y le daba igual».
Luis José Liétor, que tiene pendientes otros procedimientos similares, también anuncia que denunciará a la jueza de instrucción, Eloísa Márquez de Prado, que ya no está destinada en Talavera. «Posiblemente comete una prevaricación al no haber archivado el procedimiento cuando tuvo conocimiento suficiente de la irrelevancia penal de los hechos. Acreditamos todo documentalmente y lo tuvo que haber archivado, pero ella decidió no hacerlo y continuar con el procedimiento», según el empresario ahora absuelto.
A raíz de la denuncia de Carlos Sánchez, Luis José afirma que él, su padre y el tercer socio implicado en este procedimiento, José Carlos Neira Ramajo, han sido víctimas de un gravísimo perjuicio económico: «Ha causado la ruina de la empresa Neira de Rei. Después de cinco años, está completamente en quiebra».
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