Sobre mi

Ni Wall Street, ni la lotería, ni la quiniela…, la mejor inversión, para mí, viajar. Una operación de corazón en 2008 me hizo plantearme la vida. Hasta entonces, viajaba con cierta frecuencia y siempre dejaba «para cuando me jubile» algunos destinos que tenía idealizados. Fue pasar por un quirófano, una operación de siete horas y, ¡milagro, milagro!, me faltó tiempo para coger aviones, trenes, autobuses, subir y bajar montañas, correr y correr… Unas veces, la mayoría, acompañado de mi familia y otras, con amigos y compañeros de trabajo. Desde 2008 he parado lo menos posible en casa porque el reloj corre en mi contra… En este blog intentaré plasmar anécdotas y sugerencias, pero sin aburrir al personal, que para eso ya están las guías de viaje.