Óscar decía esta mañana, antes de entrar en el juicio celebrado a puerta cerrada contra él, que tenía ganas de que este capítulo de su vida terminara. Este treinteañero se enfrenta a una pena de prisión de 8 años porque está acusado de una supuesta agresión sexual denunciada hace dos años y ocho meses por un joven que era menor de edad entonces. Óscar lo niega: «A mí no me gustan los hombres».
Será ahora un tribunal de la Audiencia Provincial de Toledo, donde la vista por fin se ha llevado a cabo después de dos aplazamientos, el que deberá valorar quién dice la verdad. Según la supuesta víctima, que declaró tras un biombo, los hechos ocurrieron en Talavera de la Reina la noche del 10 de agosto de 2022, precisamente el día que cumplió 16 años. Ante tres jueces ha ratificado hoy su relato, con el apoyo de la Fiscalía y de la acusación particular.
El joven, ya con 18, narra que con varios amigos entraron en un negocio donde vendían gofres, un postre típico de Bélgica con masa esponjosa y sabor a vainilla. Que en la trastienda charlaron, se fumaron un cigarro y a los diez minutos se marcharon. Afirma que Óscar le envió más tarde un mensaje a través de la red social Instagram, diciéndole que se pasase después por la tienda: «Estamos cerca, puto; vente». El menor le respondió que pasaría, pero no podía estar mucho tiempo.
El denunciante sostiene que en la trastienda Óscar le soltó que, «para ser tan pequeño, tienes la polla muy grande» y que el acusado le tocó sus genitales por fuera del pantalón. El menor asegura que Óscar le enseñó después vídeos de contenidos sexual en los que se veía al procesado manteniendo relaciones sexuales con una mujer. Mientras se los mostraba y le tocaba sus órganos genitales, Óscar le decía «mira como follo», sostiene la presunta víctima, llegando a proponerle: «Te hago una paja para celebrar tu cumpleaños». La llegada de un cliente, según el menor, le permitió irse de la tienda y dirigirse a su domicilio.
Blanca Biezma, abogada de Óscar, no cree al denunciante. «Sólo está su testimonio. Hubo una conversación tal vez subida de tono, pero nada pornográfica», dijo la letrada después de la sesión, que comenzó con dos horas de retraso por un problema de comunicación entre fiscales y en la que solamente declararon la presunta víctima y el encartado.
Según Biezma, el menor autorizó a compartir su cuenta en Instagram y Óscar sí le invitó después a un gofre. «Mi cliente vio una fotografía porque el menor le había autorizado. Pero no hubo ninguna agresión sexual; en ningún momento le tocó. Además, no ha quedado acreditada ninguna lesión por ningún informe médico forense. La presunta víctima dice que le agarró fuertemente del pene, con lo que debería de haber tenido como mínimo un hematoma», colige su defensa. «Tampoco tiene mucho sentido que, después de haberle hecho supuestamente todo lo que relata, se quede para que le regale el gofre», rebate la abogada de Óscar. Además, «a mi cliente no le gustan los hombres; no es homosexual, pero no me han dejado preguntárselo en el juicio».
La letrada solicita la libre absolución del acusado, quien cumplió 34 años el pasado jueves, si bien ha propuesto al tribunal una calificación alternativa. «En el caso de una improbable condena, sería abuso sexual, no agresión. Entonces existía el abuso, pero desapareció con la famosa ley del sólo sí es sí», que entró en vigor en octubre de 2022, dos meses después de los hechos juzgados hoy.
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