Otro juicio para reflexionar por la juventud del acusado y de la presunta víctima: «En el pueblo ya estás muerta»

«Puta, zorra, que te follen; eres una puta». «Que me la chupes, guarra; que me la chupes». «Como estés fuera con otros, te voy a pegar a ti y al otro». «En el pueblo ya estás muerta». Son mensajes escritos en WhatsApp o Instagram que se mostraron en el juicio celebrado este martes, a puerta cerrada, contra un joven de 20 años. Él negó todo lo que su presunta víctima, una muchacha de una edad parecida, sostuvo en la Audiencia Provincial de Toledo durante tres largas horas.

«La violencia de género no tiene edad». Más de uno pensaría este axioma al ver entrar en la sala al acusado, elegantemente vestido para la ocasión, y a la denunciante, que lo hizo minutos después para no cruzarse las miradas. Separados por un biombo blanco, cada uno contó su versión, radicalmente opuestas. El fiscal y la acusación particular mantuvieron que el procesado cometió varios delitos, por lo que solicitaron penas entre dos y casi seis años de prisión, mientras que el abogado defensor pidió la libre absolución de su cliente en una vista oral con momentos tensos.

Los hechos se remontan a 2021, cuando ambos eran menores de edad, en un pequeño pueblo con menos de 800 habitantes próximo a Talavera de la Reina. Terminada la relación en septiembre de ese año, la chica asegura que la humilló con expresiones como «puta, zorra, que te follen; eres una puta». Luego relata dos episodios en las Navidades de 2022 porque él no aceptaba la ruptura. El primero, el 30 de diciembre, cuando el procesado la agarró del cuello en una nave para proferirle: «Que me la chupes, guarra; que me la chupes». Y al día siguiente, Nochevieja, le envió un mensaje a través de Instagram con un mensaje intimidatorio: «Como estés fuera con otros, te voy a pegar a ti y al otro».

Casi una semana después, el 5 de enero de 2023, hubo otro mensaje del acusado, según la denunciante. En un parque cercano a la piscina municipal, ella se fue a fumar con un amigo y el encartado le escribió a través de su cuenta en Instagram: «Luego dices que no, pero te estoy viendo; dile que se prepare, que te follen». Ese mismo día, los dos se encontraron en la vía pública y él la amenazó: «En el pueblo ya estás muerta». Estas palabras, según la Fiscalía y la acusación particular, cambiaron toda la conducta en la joven, quien a partir de entonces siempre fue acompañada porque no había orden de alejamiento. Un acompañamiento que continúa.

Para afianzar cada uno su versión, nueve testigos y dos peritos declararon en la sala. Los amigos de él dijeron que no vieron ni oyeron nada de lo que la presunta víctima denunció, mientras que los familiares de ella corroboraron los hechos que relató. El procesado, por su parte, reconoció que era su cuenta de Instagram y de WhatsApp en su teléfono móvil, pero negó que hubiera escrito alguno de los mensajes ofensivos desde que era menor de edad. Desmintió también una captura de pantalla de un teléfono móvil en el que echa en cara a su exnovia que tuviera tres seguidores más en Instagram, una de las aplicaciones usadas mayoritariamente por jóvenes, adolescentes y niños junto con TikTok.

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