La Dirección General de Tráfico (DGT) está realizando esta semana una campaña especial de controles de velocidad en las carreteras de la provincia de Toledo. Pero los agentes de Tráfico que se encargan de llevarla a cabo no esperaban encontrarse con alguien tan insensato, ya que es un operativo que se ha publicitado.
Sucedió la madrugada de este jueves en la CM-40, la autovía que circunvala la ciudad de Toledo por la zona suroeste. Muy cerca del desvío al parque de espectáculos Puy du Fou, la Guardia Civil había montado un radar móvil aprovechando la oscuridad de la noche cuando un coche de alta gama pasó a toda velocidad. Circulaba a 228 kilómetros por hora en un tramo descendiente limitado a 100 y se dirigía hacia la carretera de La Puebla de Montalbán.
El radar está calibrado por el Centro Español de Metrología (CEM), el organismo dependiente del Ministerio de Industria tiene la potestad para autorizar la instalación de los cinemómetros de la Dirección General de Tráfico en las carreteras españolas. Si el radar de la Guardia Civil registró la velocidad de 228 kilómetros por hora, probablemente el conductor estaba viendo en su velocímetro 240 kilómetros por hora, según fuentes consultadas. «Esto se debe a que la mayoría son marcadores analógicos y siempre tienen un margen de error superior al detectado por el radar, que está supervisado por el CEM», explican.
Los agentes no pudieron detener el coche aunque, con los datos que se tienen, la Guardia Civil ya busca al titular del vehículo para saber quién lo conducía. De esto se encarga el Grupo de Investigación y Análisis del Tráfico (GIAT) de la Comandancia de Toledo. Sus agentes rastrean delitos relacionados con el mundo del automóvil: desde atropellos con fuga hasta la falsificación de documentos de vehículos de alta gama o la suplantación de la persona en exámenes de conducir. También podrían colaborar agentes de Policía local, dependiendo del domicilio del titular.
La última campaña de la DGT y la Guardia Civil en la provincia se desarrolló hace un año, entre el 15 y el 21 de abril de 2024. Colaboraron agentes de la Policía local de los ayuntamientos de Illescas, Borox y Yepes, que controlaron 2.151 vehículos y formularon 140 denuncias. Por su parte, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controló 19.846 vehículos, expidiendo 597 denuncias. Este año, la persona que conducía la madrugada del jueves el coche de alta gama será uno de los sancionados.
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