Así es el paraje donde el Rey del cachopo afirma ahora que un pariente suyo ya fallecido escondió los restos de su novia

En Carranque, un pueblo toledano que linda con la Comunidad de Madrid, sus cerca de 6.000 vecinos están revolucionados desde que se ha publicado esta mañana otra versión de César Román Viruete, más conocido como el Rey del cachopo, sobre el sádico crimen de su pareja, Heidy Paz, en 2018.

Aquel verano, César mató y descuartizó el cadáver de la mujer, según la sentencia judicial, que lo condenó a 15 años de prisión. «Fue la plasmación de una situación de dominación y control al no aceptar que ella no quisiera seguir manteniendo la relación sentimental», lo calificó en junio de 2021 la Audiencia Provincial de Madrid, cuyo fallo fue confirmado después por el Tribunal Supremo.

Cuatro años y ocho meses después del juicio, el mismo órgano judicial ha recibido un croquis y un escrito de César. En ellos describe ahora el lugar donde un pariente suyo ya fallecido habría escondido los restos de Heidy que no se han encontrado. Estarían a media hora en coche de la nave del barrio madrileño de Usera donde los bomberos hallaron una maleta al sofocar un incendio la tarde del 13 de agosto de 2018. Dentro, el tronco de Heidy, al que le habían amputado las piernas, los brazos, la cabeza con el cuello, así como las mamas, en las que llevaba implantes de silicona. Ella, hondureña, tenía 25 años.

El emplazamiento señalado ahora por el empresario es un paraje de Carranque conocido como ‘Las cárcavas’, cercano a su emblemático parque arqueológico, que muestra una villa romana a tres kilómetros y medio del casco urbano. Los restos de Heidy estarían ocultos, según el homicida, en un terreno antes de cruzar el puente sobre el río Guadarrama, en una zona formada por «montañitas» y a unos 500 metros del aparcamiento, frente a un merendero con un pinar que parte pertenece al municipio madrileño de Serranillos del Valle.

Hace años, el lugar fue utilizado por ciclistas por su orografía y hubo una amplia rodera para practicar motocross, pero «se restringió su acceso porque están el río y el parque arqueológico», explica un vecino que conoce muy bien el sitio. Actualmente, en esa zona «está prohibido entrar», ya que es un espacio protegido por «la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que es su propietario». «Si es la situación que dice, está al lado del río y no se puede circular por dentro ni los alrededores de ‘Las cárcavas’, excepto vehículos de seguridad, ambulancias, bomberos o agentes forestales», detalla. «Habría que saber exactamente dónde estarían los restos para conocer el término municipal», porque una parte de esa zona es de Casarrubios del Monte.

César asevera en su escrito que los restos fueron depositados allí por Miguel, un tío suyo ya fallecido que habría sido médico forense. A este mismo personaje le responsabiliza ahora de haber descuartizado el cuerpo y haber convenido con él que lo llevara a ‘Las cárcavas’, ya que su pariente era natural de Carranque y César lo había conocido desde que era niño.

Sin embargo, en el pueblo no se creen esta nueva versión y hasta la alcaldesa, Amelia María Guzmán, está sorprendida por la revelación. «El croquis sí se corresponde con el lugar, pero nunca se ha rumoreado que los restos pudieran estar aquí», afirma un paisano, quien descarta también que el Rey del cachopo hubiera tenido alguna relación hace años con esta localidad. «Tampoco hay constancia de que César estuviera empadronado en Carranque», señala la misma fuente, que tampoco tiene ninguna referencia del tal Miguel que el criminal cita en su escrito enviado a la Audiencia de Madrid.

En el escrito, César también da otra versión sobre el crimen de Heidy en un domicilio de la capital de España el 5 de agosto de 2018. Según la sentencia, «le causó la muerte en forma que no consta, pero que no fue accidental». Luego, «para evitar ser descubierto, y que se pudiera identificar el cadáver y determinar la causa de la muerte», César amputó el cuerpo y solicitó un taxi. Lo recogió cinco minutos después y lo llevó hasta la nave en la que los bomberos descubrieron la maleta con el torso de la víctima, que estaba dentro de una bolsa de plástico atada y al que había rociado con sosa cáustica.

Ahora, en cambio, el homicida cuenta que la muerte ocurrió durante una «absurda» discusión por «asuntos económicos» en la nave, cuyas llaves él tenía. Añade que Heidy cogió una pistola y que, cuando César fue a quitársela, se disparó. La mujer falleció «instantáneamente, pues aquel nefasto y único disparo impactó en su cabeza, sin orificio de salida».

A partir de ahora, los posibles pasos a seguir son que la Audiencia de Madrid envíe un exhorto al juzgado de guardia de Illescas, ya que Carranque se encuentra en su partido judicial, y la brigada del Cuerpo Nacional de Policía que investigó este caso se desplace hasta la zona señalada por César. «Hasta que la Audiencia de Madrid no diga nada, nadie se moverá», advierten fuentes judiciales consultadas, que cifran en unas dos semanas el periodo para que empiecen a mover tierras, «si se le da veracidad» al nuevo testimonio del homicida.

Probablemente, los agentes informen a la Guardia Civil como deferencia, pero no serán efectivos de Policía Judicial de este cuerpo los encargados de buscar los restos. En el supuesto extraordinario de que la Audiencia de Madrid pidiese que fuera la Guardia Civil, se encargarían funcionarios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Toledo, y no del cuartel de Illescas, pues la competencia les correspondería a ellos al ser un homicidio.

  1. Croquis de César Román enviado a la Audiencia de Madrid. Fuente: Europa Press.
  2. Imagen aérea de ‘Las cárcavas’. Fotografía: Google Maps.
  3. ‘Las cárcavas’ y el río Guadarrama a la derecha. Fotografía: J. P. C.

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